Girona

Una de las ciudades con más encanto de Cataluña es Girona. Paseando por su casco histórico te retorna a la antigüedad y te envuelve en una atmósfera de tranquilidad y sosiego. Está claro que los Romanos sabían hacer ciudades que inspiraban belleza y armonía.

Una de las zonas más conocidas de Girona son las casas colgantes que se encuentra a orillas del río Oñar. Estas casas destacan por su construcción y por su colorido. La vista desde los puentes que atraviesan la ciudad es fantástica y hacen recordad un poco a alguna parte de Venecia.

Ya llegando al centro destaca la Judería,el Call, uno de los centros medievales mejor conservados de toda Europa y donde encontraremos todo tipo de tiendecitas que, entre el ambiente de la ciudad y sus escaparates, te invitan a entrar y disfrutar de todo tipo de artículos curiosos.

Siguiendo por el centro y después de subir un sinfín de callejuelas adoquinadas y contemplar maravillosas vistas de las ciudad, llegamos a la Catedral o Santa María, situada en la plaza de la Catedral en donde encontraremos también la Casa Pastors, edificio renacentista actual Palacio de Justicia, y la Pia Almoina.

Lo único que desarmoniza en todo este bello enclave es la extrema limpieza a la que han sometido a la Catredral, quitándole en exceso todo el embrujo que el paso del tiempo deja en esos monumentos que perduran para la posteridad.

También podremos visitar los baños árabes, la plaza de la independencia (donde se suele situar mercadillos) y la rambla de la libertad espina central de la antigua Girona medieval.

Todo un conjunto que merece ser visto con tranquilidad para que nos quede el poso de una magnífica ciudad que recordaremos y querremos volver a visitar.